lunes, 11 de octubre de 2010

DIVAS DE AYER Y HOY, PRESENTA... LA REFLEXIÓN SOBRE LA ESTRELLA FEMENINA EN EL MUNDO. ¿QUÉ DEBE TENER UNA DIVA?

LAS DIVAS SABEN MORIRSE EN SU MOMENTO... los dictadores, NO.

Nuria Espert, "De aire y de fuego" - el título de su autobografía- es una de las divas de la escena mundial. Directora, actriz, productora, MUJER DE TEATRO, una señora estupenda que ha hecho tanto por el teatro de este país que harán falta décadas para poder catalizarlo, catalogarlo y asimilarlo. Es una actriz singular cuyos excesos a veces se catalogan como brillanteces, y cuyas brillanteces a veces son tildadas de excesos... Actriz, pero también diva.

La diva debe tener algún talento, o todos, pero debe comunicar, conectar con las masas, o las élites. El teatro es un acto de comunicación, ella Nuria-diva-Espert lo sabe y comunica mejor o al menos, como nadie.



Tenemos claro que una diva debe comunicar, pero ¿qué tiene que ver Nuria Espert con Sara Montiel? Aparentemente nada, pero ambas comunican... y nos hacen soñar, Sara representó el deseo, lo prohibido, el sexo, y todo rodeado de belleza, la más bella entre las bellas. SARA-diva-MONTIEL, comunica y hace soñar... toda diva debe saber hacer soñar. El caso de SARA es curioso, ya que como actriz-artista-cantante, siempre interpretó el mismo personaje, siempre fue SARA, o Sarita, o Saritísima, pero siempre la reducción o el aumento de un mismo personaje. Eso sí, este reduccionismo interpretativo al que sometió su carrera, lo supo alimentar de virtuosismo... Sara Montiel, interpreta mejor que nadie a Sara Montiel... es única, y esto hace que sea imitada por miles de travestis de todo el mundo, y que la sigan legiones de fans, allá por donde vaya.



Una diva debe tener talento, uno al menos, y debe tener amores de película, si son trágicos mejor aún, si su final es trágico mejor imposible. María Callas, tenía la voz más dramática del siglo, un teatro dentro de su garganta y un incendio dentro de sus ojos. Una diva debe EMOCIONAR, con su vida, o con su talento, María, emocionó al mundo con ambas cosas.



Una diva, ha cambiado el lugar donde ha vivido a su paso, y de esto Diana de Gales, sabe mucho, la monarquía británica no es la misma tras su muerte. Diana conmocionó a un país, e hizo llorar al mundo. Una diva mueve estructuras, por pequeñas que sean, dentro del ámbito en el que se mueve, el teatro, la música, la monarquía. Un país pendiente de ella, y todo el mundo asistiendo en directo a sus transformaciones, porque una diva, se crea así misma, desde la reinvención o desde la autodestrucción... Lady Di, sabía mucho de eso.



Las hay que sin ser princesas, se convierten en reinas, Eva Perón reinó en el corazón de los argentinos con total autoridad, y modificó la estructura de un país, colaborando con el fascismo Nazi o el fascismo de Franco. Pese a todo, su pueblo la amó, porque una diva debe saber captar la atención de las masas y usarlas a su favor... una diva se debe a la masa, y finalmente se entrega a ella, Eva Perón hizo todo por, y para Argentina, equivocada o acertadamente, desde el corazón...

Visones por fuera y piel de obrera por dentro, esta actriz de profesión, supo ser la protagonista de una película llamada pueblo, nación: La Argentina.




Eva Perón, una mujer que mueve y conmueve una nación, una diva de la política que aún habita en los corazones de muchos argentinos, el glamour y lo hortera se mezclan para crear al mito.



Simone de Beauvoir, es la antidiva, sin pretenderlo se convierte en la diva bisexual abanderada del feminismo, su ademanes y rasgos faciales podían sero los de una prima donna de la ópera o el cine, pero no, era un escritora, filósofa, pensadora, intelectual, que se terminó convirtiendo en la diva intelectual del siglo XX, ella como su compatriota Cocó Chanel, supo sintetizar las necesidades de la mujer del siglo XX, ellas mejor que nadie definen y redefinen a la mujer que deja nacer a la mujer que lleva dentro.

Del mundo de la moda, la interpretación, la dirección, o la música, escritoras, políticas, esposas de... y hasta señoras solitarias... toda profesión y situación social es suceptible de ser convertida por una mujer en objeto de divinidad y divismo. Pero, ¿son ellas? o ¿somos nosotros? Me refiero a si ellas se erigen como divas o nosotros las convertimos en divas, en algo más que una mujer, una semidiosa...

Marta Sánchez, Mina, Liz Tylor, jamás quedaron para tomar café juntas, si embargo es fácil que aparezcan juntas o por separado en una charla de café otoñal, frente al mar, en una de esas terrazas retro 70 que cuajan la Costa del Sol. Ellas son unas divas que pueden caer en lo Kitch, incluso en lo abiertamente gay, pero ya hemos dicho que donde habita una diva, habitan hordas de maricas abiertamente entregadas a la causa de su diva.




No está claro el vértice, ni la orilla que separa a la diva del freak, o de la diva-trash, hay algo decadente en ellas que las hace resurgir año tras año, biografía tras biografía, comentario tras comentario, café tras café, en definitiva se convierten en objetos de culto y reflexión, en temas de conversación y crítica... ¿pero qué tiene en común estas mujeres?



Indiscutiblemente, tienen dones artísiticos, y de alguna manera son capaces de emocionar, conmover y hasta exhaltar al ser humano, pero a un sector más que a otro, detrás de una diva siempre hay una legion de gays, homosexuales, -homosexuales de un tipo muy característico- mitómanas, la verdadera leña del fuego incandescente de cada diva, cuantos más fans tenga una diva más alta arderá su llama, más tarde se apagará su estela.



Belleza, es otro de los requisitos que debe reunir la diva, una belleza perfecta como la de Liz Taylor, o más personal como la de Mina, pero belleza, fundamental. No se puede ser una diva si se es una mancha, una más de la manada, hay que ser bellísima o rarísima, hay que ser un imán para cámaras y miradas, un agujero negro en el que puedan caer fans, peridistas, y productores; amantes, envidias, y mucha leyenda urbana, es fundamental que se hable de la diva, bien y mal, muy mal.



La diva, no nace diva, pero sí muere diva... una vez que se asume el cargo, una vez que son entronizadas con esta corona, ya nada ni nadie les quitará su banda... la muerte las hará más grandes o las terminará por olvidar... pero seguirán emocionando en el recuerdo las tardes de muchos mitómanos con sus vidas llenas de "De aire y fuego".

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