EL ERIZO.

UNA PELÍCULA PARA DOMINGOS DE LLUVIA… NADA MEJOR PARA EMPEZAR LA SEMANA SIN PROBLEMAS.


Título original: Le hérisson. Dirección: Mona Achache. País: Francia. Año: 2009. Duración: 100 min. Género: Comedia dramática. Interpretación: Josiane Balasko (Renée Michel), Garance Le Guillermic (Paloma Josse), Togo Igawa (Kakuro Ozu), Anne Brochet (Solange Josse), Ariane Ascaride (Manuela López), Wladimir Yordanoff (Paul Josse), Sarah Le Picard (Colombe Josse), Jean-Luc Porraz (Jean-Pierre), Gisèle Casadesus (señora de Broglie), Mona Heftre (señora de Meurisse). Guión: Mona Achache; inspirado libremente en la novela “La elegancia del erizo”, de Muriel Barbery. Producción: Anne-Dominique Toussaint. Música: Gabriel Yared. Fotografía: Patrick Blossier. Montaje: Julia Grégory. Dirección artística: Yves Brover. Vestuario: Catherine Bouchard. Distribuidora: Alta Classics. Estreno en Francia: 3 Julio 2009.

Si has oído mil veces eso de: "La película es peor que el libro" prepárate para seguir oyéndolo... porque "EL ERIZO" es el film inspirado en el bestseller ‘La elegancia del erizo’, de Muriel Barbery, (‘Le hérisson’), de Mona Achache.

Josiane Balasko, Garance Le Guillermic y Togo Igawa protagonizan este drama con final de tragedia y con toques de humor francés, que narra la vida de una escalera en un barrio burgués de París en el que se mezclan la vida de la adolescente suicida Paloma, que rueda una película sobre quienes le rodean con una cámara de cine High 8, mientras espera el día de su cumpleaños para suicidarse, la de la portera del edificio, una mujer cincuentona de vasta cultura que esconde tras su aspecto huraño y que verá su vida cambiada cuando un nuevo inquilino, Togo Igawa, un inteligente millonario japonés, percibe y aprecia su personalidad y físico enamorándose de ella. Es pues la historia de un encuentro inesperado entre los habitantes de un inmueble de la calle Eugène Manuel, en París: Paloma Josse, una niña superdotada, rubia, hija de una madre neurótica y un padre ministro hiperocupado; Renée Michel, portera discretamente elegante, apasionada por la literatura rusa y más en concreto por Anna Karenina, Tolstoi… que parece solitaria pero vive acompañada de miles de libros y el enigmático señor Kakuro Ozu, un japonés que acaba de mudarse al edificio.
El personaje de Renée Michel, la portera, es lo más apetecible de “El erizo” inseparable ya de la magnífica interpretación de Balasko. Este personaje de actitud pasiva que parece pedirnos que no la sigamos, logra absolutamente lo contrario, que la queramos seguir a todas partes, llegando incluso a perder interés la cinta en el momento que ella deja de aparecer, relegando a la pobre Paloma a una posición dentro del film incómoda. Su transformación, de áspera aunque educada portera, a la culta y elegante portera resultan creíbles y deseables relegando a Kakuro Ozu a un mero útil para lograr que Renné cambie… sin olvidar que Kakuro es un personaje con valía, enigmático y dulce. El mérito está en el actor: Togo Igawa.


Garance Le Guillermic, la niña que interpreta a Paloma, no pasará a la historia de la interpretación infantil y si la comparamos con la CAMINO de Fesser suspende, pero pese a todo no está del todo mal, ya que su personaje posee tan poco encanto que rompe con lo dicho por Alfred Hitchcock que se refería a que jamás se debía trabajar con niños ni animales por lo difícil y porque anulaban al resto del elenco, en este caso la chica no anula más bien deambula por el film mal dirigida y carente de alicientes, poco importa si se quiere suicidar o no… Su madre sin embargo pese a ser un arquetipo de la burguesa elitistas y neurótica resulta deliciosa en varios momentos de la cinta, además de lucir unas túnicas maravillosas. La niña, Paloma, muestra varias T-Shirt de Jean Paul Gaultier… Lo que me lleva a poder afirmar que la película tiene un trabajo de vestuario más que correcto, no obstante viven en París.
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El guión decostruye y muestra el esqueleto del subtexto, pero no es un error, es una opción… lo mismo que las animaciones y el preciosismo en la dirección de arte, claramente visible, actuable y decostruida, dejando ver las intenciones de los departamentos y equipos del film… a veces a muchos críticos les molesta esto, ya que quieren otorgar al cine la responsabilidad de retrasmitir la realidad olvidándose de que el arte no debe imitar la realidad si no la realidad el arte, ya lo decía otro francés ilustre Jackes Demy… LA REALIDAD NO ME INTERESA. Un ejemplo de esta decostrución sería la conversación entre la niña y el japonés en la que se menciona el erizo del título y se recalca la metáfora que une al animal con la portera, muchos espectadores con sentido crítico chirriarán aquí, pero otros como yo además dirán… si total Paloma es repelente desde el principio y ha empezado la peli explicándonos con la metáfora del pez y la pecera a su hermana y a casi todo París, qué más dará… ¡¡Arriba el subtexto evidente para los domingos de resaca!! y sí, el personaje de Paloma es pedante, cursi, y superdotado… ¿y qué más dará? Está Reneé para arreglarlo.
La película rumia ese estilo cursi y pretencioso, pero lo cursi tiene su encanto y adoro lo pretencioso, no obstante mi primera productora se llamaba PRETENCIOSA FIMS, el final con la frase : LO IMPORTANTE NO ES LA MUERTE, SI NO LO QUE ESTABAS VIVIENDO ANTES DE MORIRTE es de esas recetas de abuelita que gustan en invierno, no es nada sofisticado, más bien algo de toda la vida, como de filosofía de andar por casa… pero recordemos que está Reneé…
“EL ERIZO” que tiene su homónimo gráfico, de grafía, versus el libro, tiene un origen en la autoayuda, es decir es un libro de autoayuda, lo cual no debemos perder de vista… es un género cuestionado y cuestionable, pero que ayuda a miles de personas en el mundo, qué digo miles… MILLONES, y así el mensaje viene lavado, desnaturalizado, light, para todos los públicos… pero efectivo para una tarde de domingo de Reyes con lluvia.


Las historias de estos tres personajes, transcurren paralelamente hasta el final, como si la trama de unos sirviese de lección a los otros, como si la trama de una sirva de lección a la protagonista de la otra… pero eso ocurre en casi todas las obras que pretenden ser compactas, los personajes obtiene reflexiones de las peripecias de los personajes… Hay más y es que “EL ERIZO” contiene una crítica social y económica latente, manifiesta en las diferencias entre las familias de los pisos superiores y la portera que habita en el entresuelo. De hecho hay una escena en la que la protagonista, la portera, vestida de Hermés no es reconocida por una de las habitantes de la finca, una burguesa chic, deliciosamente cruel que ha hablado en infinitas ocasiones con René, pero que no la ha visto jamás... la ha mirado pero no la visto, confirma el vecino japonés.
Achache ha recogido premios del público, de la crítica, mejor banda sonora etc. y para ello se ha valido de algunos trucos de autor: el súper 8, una música estupenda, genial y muy acertada y de unas animaciones visuales maravillosas, así como de un dibujante más que logrado… No es una película para pesimistas, ni amargadas, ni para esos críticos que destripan las películas haciendo autopsias buscando fallos enfermedades, sí lo es para espectadores despreocupados y poco viciados que esperen cenar tranquilos tras el visionado de una película con algún regusto en la conversación inicial a ensalada, pero sin la intención de que la temática de la cinta manipule la conversación hasta los postres.

“EL ERIZO” aporta sus historias CON MUCHO PLANTEAMIENTO, poco nudo y un desenlace rapadísimo vertiginoso, como en el Teatro del Siglo de Oro español, pero claro sin la grandeza de Lope o Calderón… esto es cine, nada más y nada menos, pero no llega a ser teatro, no le pidamos a los guiones la trascendencia del texto teatral, esperemos que como género envejezca y crezca… aunque muchos lleguen no todos deben llegar. El ERIZO NO LLEGA, ni si quiera lo intenta. Sin embargo, la recomiendo encarecidamente, ya que es una película en la que te ríes, sobre todo con la escena del baño de Mozart, te sorprendes, sobre todo con el final… y hasta te enterneces… sobre todo con la declaración de amor.
Hay películas que no se deben recomendar, pero esta no es una de esas, esta hay que verla un domingo de lluvia y luego irte acompañado a cenar… no se te indigestará, tranquilo.