domingo, 28 de marzo de 2010

“La evolución de la sexualidad humana, una visión desde una antropología crítica” María J. Rodríguez-Shadow Dirección de Etnología y Antropología



María J. Rodríguez-Shadow Dirección de Etnología y Antropología Social, México, Universidad Autónoma del Estado de México, hace un estudio pormenorizado de la conducta sexual en la naturaleza y por ende en el ser humano. Aquí una brevísima reseña.

"-Entre los animales transgénero (no transexuales) el más complejo es el colibrí que tiene machos masculinos, machos femeninos, hembras femeninas, hembras masculinas; otros como el hooded warbler pueden ser más enigmáticos, se dan casos en el que un macho femenino puede ser gonadalmente macho pero se empareja con un macho para la anidación...-"

Si es que tenemos tanto que aprender del colibrí...

"Lo que subyace a la homofobia es el temor a lo distinto y una concepción muy estricta de las estructuras sexuales polarizadas: los hombres y las mujeres son sexos completamente distintos e incompatibles, de ahí que sólo se conciba a las mujeres como muy femeninas y a los hombres sin una pizca de feminidad, definiciones sumamente rígidas de la feminidad y la masculinidad y donde resultaría inaceptable que un hombre renuncie a los privilegios que le otorga nuestra sociedad machista y a las mujeres no se les perdona que sean capaces de pensar patrones distintos de vínculos y autonomía.

Muchas hipótesis han sido manejadas para explicar la homosexualidad, se ha creído que es innata, que es adquirida o una combinación de ambas a través de la genética, la endocrinología y el funcionamiento cerebral, aunque lo más probable es que esta condición sea multifactorial. En las ciencias debe terminarse con la nomenclatura binaria de XX/XY, pues ni en el mundo animal, ni en el humano esta distinción no dicta ninguna diferencia fija entre machos y hembras, entre hombres y mujeres y toda la diversidad que se puede dar a partir de la combinación de estas realidades biológicas, cromosómicas, hormonales o funciones cerebrales.

La austera configuración dual, la estructura binaria de los-hombres-son-de-Martelas- mujeres-de-Venus deja fuera del escenario la creativa diversidad que se ha producido en diferentes tiempos y culturas, ya sea generada y alentada por las condiciones específicas de un tiempo y lugar.

Desde mi punto de vista, el interés sexual en la especie humana está determinado más por influencias culturales que por el ciclo reproductor. En este sentido, siguiendo las tendencias más críticas, tanto en la antropología como en la biología, puede afirmarse que aunque en la base de la diversidad sexualidad humana exista un fundamento biológico, la construcción de la sexualidad es fundamentalmente cultural, socialmente elaborada puesto que ésta y sus expresiones han variado a través del tiempo y en distintas culturas.

No se trata de negar la realidad biológica de las diferencias entre los distintos sexos, sino de reconocer los significados psicológicos y culturales de esas diferencias. Para mi, las “verdades” acerca de la sexualidad humana creadas por los académicos –zoólogos, psicólogos, antropólogos y biólogos- constituyen un componente de las luchas por la hegemonía ideológica en la política, la economía y la cultura de nuestro tiempo y en un afán de dar “carta de naturalidad” a las rígida estructura binaria heterocentrista de nuestra sociedad."

2 comentarios:

César Taibo dijo...

Hola! Muy bueno pasar por aca!
Llegué buscando una imagen de D. Vreeland. Me quedo leyendo y volveré.
Un saludo
César

CARLOS RICO dijo...

Muchas gracias César, siempre serás bienvenido, voy a ojear tu blog.
Un abrazo.
Carlos Rico.